El emprendimiento tiene que estar asociado a la tenacidad

El emprendimiento tiene que estar asociado a la tenacidad

Publicado el Domingo 01 de Octubre del 2023

A sus 60 años Iris Gutiérrez Bello se ha convertido en líder del emprendimiento local en Talca y la región.

Desde muy joven se dedicó a trabajar de manera dependiente, en restaurantes y como experta tras la barra, pero de un momento a otro todo lo que conocía laboralmente se derrumbó el 2005 cuando quedó sin trabajo.

Entendiendo que tenía que reinventarse fue que abrazó un nuevo oficio, el de orfebrería ya que en ese tiempo la bisutería estaba de moda y encontró en esta actividad una oportunidad que le permitirá seguir adelante con su familia.

Fue así como conoció el mundo de las ferias artesanales y temáticas por lo que comenzó a ser parte de ellas ofreciendo sus productos, pero observó que había poca variedad y que tenía que buscar otra forma de generar más ingresos de manera creativa.

Iris Gutiérrez recuerda que “empecé a incursionar con ellas y a darle la idea que si llevo tres cosas tengo más posibilidades de vender y no perjudico a mis vecinos y con eso podía generar un poco más de ingresos, porque veía que la bisutería fue un boom pero pasó, mientras que el tejido no pasa nunca de moda ya sea invierno o verano. El hilo podía trabajarlo en el verano, la lana en el invierno, esta idea comenzó a llamar la atención y comencé a  liderar a un grupo de mujeres con otras ideas, dejando de lado a aquellas que estaban agrupadas con ideas de rubros únicos. Fue así como llegamos a la plaza Arturo Prat pero con la idea de vender más variedad de productos y hacer una feria”.

Pero la falta de ferias la llevó a inventar puntos de ventas, fue así cono accede a ser parte de la feria del libro usado y a medida que avanzaba su producción y creativas incorporaba cada vez más productos en sus puestos de venta y esto generó una propuesta disruptiva porque el circulo de la artesanía era muy cerrado ya que se mal entendía que cada puesto debía tener un solo producto a la venta.

Fue así que ante la municipalidad comenzó a solicitar lugares para vender, teniendo como única opción la Plaza Arturo Prat, pese a que habían solicitado en innumerables oportunidades la Plaza de Armas, pero era un lugar que estaba destinado solo para ferias grandes.

La perseverancia de Iris la llevó a hablar directamente con el alcalde que había en ese entonces y si les dieron la posibilidad de vender en la Plaza de Armas, en la plaza Los Tulipanes y en la plaza Las Concentradas.

La emprendedora indica que “ahí llegamos a ser cerca de 150 emprendedores de todos los rubros, habían plantas, tejidos, cosas de casa, de todo se vendía ahí entonces habían más posibilidades… esta agrupación se llama Centro Cultural Las Aguilas, pero en esos años se llamaba mujeres emprendedoras porque empezamos a funcionar por el banco comunal del Fondo Esperanza, nos reuníamos ahí, e comenzamos a liderar ese grupo porque nos generaban recursos, sin tener que ir al banco, no nos pedían aval y comenzamos a trabajar con el Hogar de Cristo”.

El terremoto del 2010 fue un duro golpe para el emprendimiento de Iris tenía un taller cerca del terminal de buses donde enseñaba bisutería y eso se vino abajo perdiendo todo, por lo que debió comenzar de cero.

Durante un año se dedicó a vender ropa usada y vivió en un campamento del Rotary Club de Talca cerca del CREA hasta tener su casa.

Iris Gutiérrez explica que “el Rotary nos otorgó ese lugar y aparte nos apoyaban en nuestro emprendimientos para que siguiéramos adelante… trajeron gente de Santiago por intermedio del hogar de Cristo que eran en este tiempo trabajadores sociales, puros niños jóvenes que estaban a punto de recibirse y nos entregaron uno a cada uno, es decir vivimos un año con jóvenes que nos apoyaron, nos ayudaron y ahí empecé a trabar otra faceta que era el decopatch en madera, en tejas… y lo que más trabajé en esos años fueron las tejas porque eran las que más podíamos vender por el reciclaje porque había quedado mucha teja botada por todos lados, aprovechábamos todo eso para hacer exposiciones y con eso también salimos adelante”.

La agrupación que ayudó a formar se paralizó por un tiempo  por lo que se vinculó a otras ferias para contar con algún punto de venta.

Su meta era tener un puesto en el Mercado Central,  un lugar donde poder realizar ventas diarias pensando en el futuro, pero no fue hasta el 2016 que lo obtuvo, posterior al fallecimiento de su hijo menor.

Iris afirma que “y ahí me dice (el alcalde Juan Castro) que ya tenía asignado un puesto en el mercado, por el otro lado, terminé el trabajo en la playa y en febrero del 2016 me hice cargo de mi local, era como un sueño cumplido tener un local acá, mi local de llama Mi Ángel Azul”.

Iris no para pese a tener su puesto en el Mercado, sigue saliendo a ferias.

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