El dulce sabor de la miel el emprendimiento de María Catalina Urra Pereira

El dulce sabor de la miel el emprendimiento de María Catalina Urra Pereira

Publicado el Jueves 30 de Septiembre del 2021

Apicultora de corazón y oficio

Lo que comenzó como un hobby se transformó en un estilo de vida sustentable que le ha permitido fortalecer su actividad comercial

Son treinta años de amistad entre María Catalina Urra Pereira y sus abejas. Todo comenzó como un hobby que le permitió conocer su comportamiento, la manera en la que trabajan y cómo cada integrante es fundamental para el panal.

Reconoce que siempre me gustó la naturaleza y soñaba con comprarme un terrenito, me lo compré y un vecino apicultor y a él le insistía para que me vendiera un par de panales y que me enseñara a cuidarlas… pasó el tiempo y me separé así que tuve que ponerme a trabajar firme y así me empecé a agrandar”.

De ese momento decisivo en la vida de María Catalina ya han pasado 15 años en el que sus ganas de crecer y aprender la llevó a golpear muchas puertas.

La primera en abrirse fue la puerta de PRODESAL de la comuna de Maule, fue ahí donde tuvo su primer asesoramiento para emprender y después de un año logró no solo capacitación y apoyo técnico sino que también un subsidio que significó el impulso que necesitaba para comenzar a creer que su emprendimiento era posible de la mano de la abejas.

Sus inicios están ligados a la cosecha de miel pero a medida que el tiempo pasó y se fue especializando aprendió las técnicas para obtener el polen y el propoleo, así fue avanzando. “Después se me dio la oportunidad de hacer un curso de cosmetología… ahí si aumentó la producción porque hago cremas, shampoo, bálsamo labial, mentholatum, de todo. También hice el curso de apiterapia”, agregó.   

Pese a que la pandemia afectó a toda la actividad económica, la comercialización de los diversos productos que María Catalina prepara en base a la miel no ha sufrido un efecto adverso importante.

A través del mercadito de Maule ha logrado mantener la venta de sus productos. Durante la semana se prepara para estar sábado y domingo ofreciendo desde la miel hasta productos cosméticos a base de jalea real y otros subproductos.

Para alcanzar la venta que ha logrado hasta ahora no ha sido una tarea fácil, durante el invierno como no existe floración prepara un suplemento alimenticio para las abejas, a lo que suma la limpieza de los cajones, el tensar los lienzos, poner cera entre otras actividades que hacen de la cosecha de la miel y la preparación de sus derivados un trabajo de todo el año.

Reconoce que su actividad se ha visto favorecida por la pandemia al llevar a la comunidad a preferir alimentos naturales como la miel.

María Catalina indicó que “es un producto esencial, la miel es así igual que el propoleo, es muy consumido por las personas lo que les permite hacerle el quite el azúcar”. Esto la hace proyectarse  a mejorar las cifras de comercialización una vez que la pandemia finalice. Confía en que la comunidad aprenderá a cuidarse y seguirá prefiriendo alimentos naturales y saludables como la miel.

Share this post